Es un bebé genial. Sólo llora si tiene hambre, sueño o me extraña y por lo general es bastante fácil calmarlo y deducir cual de las tres opciones es la ganadora del momento. Desde el principio decidí amamantarlo y aun hoy es lo único que come, el doctor dice que es lo mejor y mientras suba de peso, considerablemente mes a mes, no necesita nada más. Lamentablemente esto me ha alejado un poco de mi gran pasión... cocinar. De hecho durante los 9 meses de embarazo tampoco pude practicar tanto como deseaba porque tenía placenta previa y tuve que guardar reposo de principio a fin. Sin embargo, una que otra vez, abro un huequito en mi apretada agenda y me doy un gusto en la cocina... Como hace tres días atrás cuando preparé una deliciosa Tartaleta de Parchita (Fruta de la Pasión o Maracuyá, como la llaman en otros países)...
El sabor fue simplemente exquisito, aunque la consistencia de la crema pastelera no quedó tan cremosa y es algo que debo ir afinando en las próximas prácticas pero de todas formas les dejo la receta para que la mejoremos juntos...
Para la tartaleta:
- 2 tazas de galletas María trituradas (o cualquier otra galleta de tu preferencia)
- 1/2 taza de margarina o mantequilla derretida
- 1/4 taza de azúcar refinada
Mezclamos todos los ingredientes en una cacerola y cuando estén bien integrados, volcamos la mezcla en un molde mediano de tartaleta, lo metemos al horno a 180ºC por 5 min o hasta dorar. Tratando de no dejarlo por mucho tiempo para que no se endurezca demasiado.
Para la crema pastelera con sabor a maracuyá:
- 1 lata de leche evaporada
- 125 ml de jugo puro de parchita (el jugo obtenido al filtrar la pulpa de la fruta)
- 6 yemas de huevo
- 100 gramos de azúcar
- 40 gramos de almidón de maíz
- 40 gramos de harina de trigo todo uso
Mezclamos la leche evaporada con el jugo de parchita y lo calentamos a fuego medio. En otra cacerola, vamos mezclando el resto de los ingredientes y cuando la mezcla anterior esté a punto de hervor, agregamos 2 cucharadas de la leche caliente a la mezcla de huevo para atemperar y mezclamos rápidamente para evitar que el huevo se cocine produciendo grumos en la mezcla. Podemos agregar más leche a la última mezcla si creemos necesario seguir atemperando. Por último, vertemos la mezcla de huevo en la olla con la leche, dejamos a fuego unos minutos más sin dejar de mezclar hasta que espese. Cuando la crema se enfríe, la vertemos en la tartaleta y adornamos para servir.
Es una preparación muy sabrosa y aunque no pude tomar fotos esta vez, le aseguro que el resultado no duró más de 30 min en la mesa... La devoraron!!!
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